QUIÉN HAYA LEÍDO alguna vez a José María Pallaoro, advertirá
de seguro esa sutil combinación, –esa fusión– producto y resultado de haber
formado –por encima de lo estrictamente literario– parte de una generación
marcada por la década del
60. Hablo de lo existencial y lo social –también del
rock–, mixturados y en un plano de inquietante lucidez. El producto no
puede haber resultado mejor: un poeta con la suficiente destreza verbal para
desglosar desde la palabra y su singularidad, este presente distópico que nos
sobrevuela.
Como una piedra haciendo
patito, José María logra sortear lo superficial –todo a nuestro alrededor–, lo
trillado de tanta y tanta charamusca literaria. Planea por sobre
un paisaje interior que hasta se me antoja sutilmente zen en algunos de sus
breves, renunciando a lo profundo por impostación: "Esto no es un
poema" nos revela en uno de sus trazos, "cae la nieve pero no/ no es
cierto ya que/ esto no es un poema". Y créanme, tenemos la inmejorable
suerte de que así sea.
Eduardo Espósito
LA
COMPLEJA SENCILLEZ de la poesía/Pallaoro (una marca ya
registrada por legítimo y alto derecho) esconde múltiples capas. Como una –fresca–
cebolla. Así, alcanza honduras
cuasi macedonianas: “¿En qué tipo de luz entramos? ¿Vemos ojos de otros? ¿Ojos
de luz para el encuentro?”, o sacude con una alusión elíptica al “monstruo”
sólo nombrado en el título: Massera. Y sabe evocar en versos conmovidos al
juglar uruguayo Eduardo Darnauchans, el Darno, pero callando discretamente
su nombre. Elipsis, decir sin decir: “calla quien habla”. Poesía que fustiga la
indiferencia. Y, en la batalla, canta su última palabra: “…Tiré una piedra /
haciendo patito / como
si fuese / tu nombre / al agua…” Poesía-agua, poesía-amor- poesía lucha. Poesía-Pallaoro.
Jorge Ariel Madrazo
Mescolanza / 4
Una piedra haciendo patito
José María Pallaoro
ISBN: 978-987-1918-02-7
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